Saturday, July 30, 2011

La tilinga

La denominación proviene del lunfardo argentino, y, en general, una persona tilinga es un individuo excesivamente preocupado por pequeñeces; una persona que vive de las formas y apariencias, y permanentemente imitando o queriéndose introducir en una clase social a la que no pertenece. La tilinga es una mujer que lee las solapas de los libros para parecer culta y en realidad lee Vanidades o Cosmopolitan, una mujer que anda predicando las bondades de la música clásica a diestra y siniestra, mientras que en realidad escucha a forro yankee o algun otro reggatonero pelotudo. 


La tilinga es una mujer que odia el pescado, pero le “encanta” el sushi. Es una mujer que adora lanzar frasecillas en ingles cuyo significado desconoce; que habla tres palabras de inglés y se ofrece a hacer “traducciones” que resuelve con el Google translate. La tilinga dice: con “mi gordo” planeamos comprar un departamento o compramos un Peugeot 206, y no sólo no puso un centavo, sino que tampoco ayudó a ahorrar un solo peso, ni aceptó privarse de nada.  

La tilinga habitualmente no ha nacido en cuna de oro, sino justo lo contrario, tiene más bien orígenes humildes y busca a todo trance librarse de ese fantasma, para quedar, sin embargo, cada vez más prisionero de él. 


En esencia, la tilinga no es una mujer mala. A simple vista, es una mujer casi normal. Tiene buenos sentimientos, es amiguera y trabaja mucho: casi siempre de secretaria en corporaciones de dudosa moralidad que dirigen o han recibido en herencia niños pijos, que la tratan como una pseudo-hermana o “alguien de la familia”. Y que si ya no se la han tirado, en cualquier momento de aburrimiento lo intentaran. Lo cual, probablemente rinda sus frutos, porque a pesar de negarlo sistemáticamente y aplicar la consabida estrategia de mostrarse como ajena a este influjo o necesidad, la tilinga, en el fondo de su alma, quiere ser como ellos. Quiere ser hija adoptiva y ser partícipe de la familia real. 

La tilinga tiene cierto buen gusto, le agrada vestirse muy a la moda, tiene cientos de bolsos y carteras (su mayor anhelo es tener un Vuitton), le agrada comprar perfumes caros, decorarse con brillitos las uñas y el celular, y gastar mucho más de lo que puede ganar en procurarse la imagen de una mujer de origen pudiente. La tilinga suele ser morochita, pero no es muy frecuente que se tiña: porque eso pondría demasiado en evidencia las dificultades que tiene para aceptarse a sí misma. La tilinga habitualmente está buena de cara, pero no suele tener buen cuerpo: por eso lo esconde detrás de sus trajes corporativos.  

El comportamiento crediticio de la tilinga suele ser un desastre: como ella quiere ser parte del gran circulo social, acepta cualquier sueldo que le ofrezcan y la mantienen en base a promesas de grandes fortunas venideras en caso de perseverar. Conociendo su debilidad por las apariencias, a la tilinga, sus empleadores, pues, no se molestan en hacerla progresar: le entregan en préstamo un teléfono de la empresa que vale 1000 dólares, y le pagan 400 dólares de sueldo mensual. Le entregan empréstitos miserables, y ella, en vez de marcharse de tan mezquino yugo, se encuentra chochisima de la vida de tener un blackberry de la compañía y viajar como una gran ejecutiva una vez al mes.

La tilinga tiene habitualmente una pésima relación con las mujeres más descaradas o que manifiestan más abiertamente que ellas su deseo de escalar socialmente. No toleran esa falta de disimulo o exceso de franquedad. Ya que les indigna que lo que a ellas les lleva mucho trabajo ocultar, las otras lo demuestren sin remilgo alguno. La tilinga, en apariencia y de la boca para afuera, es una feminista declarada: pero cada una de las decisiones y conductas personales, dicen lo contrario. Y si bien hablan constantemente del avasallamiento de los derechos de la mujer, cuando puede beneficiarse del comportamiento machista, lo hace sin tapujos.

El peligro de enamorarse o mantener una relación con una tilinga, es, pues, harto evidente: al provenir de un hogar humilde, esta especie puede simular perfectamente ser una persona sencilla y natural. Sin embargo, cuando la oportunidad se presenta, a ella no le importa un bledo si tú te desangras vivo para mantenerla contenta. Adora, por ejemplo, que las vayas de guapo y le pagues la cena a toda su familia de energúmenos. Y jamás te frenaran si sacas la billetera o comentaran que cenar en tal o cual sitio puede ser costoso y que mejor sería preferir otro. 


De hecho, a la tilinga no le importa un pepino cómo obtienes tu dinero o si tú has tenido un mal mes. So pretexto de reserva, se abstienen de saberlo a todo trance. A la tilinga, luego, lo mismo le da si trabajas honradamente o eres traficante de drogas. Mientras ella no se entere: todo está bien. Pues lo que en el fondo de su alma espera la tilinga, no es formar una bella familia en base a una planificación, al ahorro y la inversión. Sino ser notada por haberse emparejado con un tipo adinerado y ser la envidia de sus amigas. Acceder a ese círculo social y a esos lugares que van sus jefes y que sólo de oídas conoce. 

Estimados pelotudos, espero que la experiencia de haberme entreverado en mis años mozos e inexperientes con un par de estas mujeres, les sirva a ustedes para no caer en la tentación de volverse Quijotes de semejantes Dulcineas. Porque si bien el aprovechamiento que estas mujeres ejercen no es tan evidente como aquellas otras que te hacen constar directamente que si no las mantienes son un par de polvos y no más (las prefiero); el verdadero peligro de estas mujeres es que para satisfacerlas, puedas caer en la tentación de poner en juego tu paz, equilibrio mental, honradez o dignidad.

10 comments:

  1. Se llama Cristina fernández, pero usa el apellido del marido, porque no es tan ordinario.

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    1. Y vos sos Guillermo Fernández. La conocés bien a tu vieja.

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    2. Callate vieja K Pelotuda. Tilinga!

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    3. Y los Macri? Son flor de Tilingos, a igual que la trepadora de Awada, que han sido unos pobretones peones que se acomodaron, empezaron a robar y ahora son lo "mejor" de la casta politica. Jajaja

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  2. Buenísimo! Muy clara la explicación.

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  3. CRISTINA K ES LA DEFINICION COMOLETA Y ACABADA DE UNA TILINGA

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  4. Cristina K es la definicion mas completa y acabada de una tilinga

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  5. Sos un tilingo al denigrar así a una persona... tanto que hablás de la falta de valores

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