Resulta que si para romper el hielo en una situación incómoda se te ocurre decir algo como: Qué frío hace hoy, ¿no? Se me quedó el auto a mitad de camino. Y las leyes del universo no fallan, casi siempre aparecerá aquel pelotudo anecdotario que a todo trance opone anécdotas que pretenden rivalizar con tu comentario y que nacen con algún inciso como: Hoy hace calor, hermano. Frío hacia en Dunkerque, aquel 23 de abril de 1944, cuando nos alistábamos para debilitar a las tropas del nazismo...
Insoportables.
Insoportables.
No comments:
Post a Comment