Monday, August 1, 2011

Pelotudo prepotente con empleados

Cola de supermercado:


Vieja de mierda: Ey, nena, ¿y mi ticket? Tenés obligación de dármelo. Mirá que yo tengo que rendir cuentas también y después tengo problemas. 


Cajera: se lo puse dentro de la bolsa, señora.


Vieja de mierda: ¡Ah!, no lo ví. ¿Y el vuelto?



Cajera: No hay vuelto, señora, son $22.55

Vieja de mierda: Ah, entonces te debo yo a vos. 


Cajera: Si señora, le faltan 5 centavos. Pero no hay problema. 


Vieja de mierda: Ah, ok. Pero entonces no me regalas nada vos: es por la ley del redondeo – dice la vieja pelotuda, y nos mira a los que estábamos en la cola con gesto cómplice. 


Cajera: no es tan así, pero no hay problema.  


Vieja de mierda: OK, buenas tardes. 


Cajera: buenas tardes, señora.


Sunday, July 31, 2011

Spam

Si comprás productos que te ofrecen en correo o publicidad spam: sos terrible pelotudo, sabélo. Por pelotudos como vos, que compran relojes Cholex, bolsos Rucci o Ifones "originales" y "directos de fábrica" para mandarse la parte con los amigos, millones de inocentes tenemos que recibir cientos de correo basura todos los días. 


Sacá el puntero de la bandeja de SPAM, no te digo: pelotudazo.


Insoportables


El pelotudo deportista-cibernético

Forerruner o forchotos 305.
Esta tarde, averigué que soy un pelotudo deportista-cibernético cuando descubrí en el cajón de la mesa de noche un reloj Forerruner con pulsímetro, GPS y un sensor de cadencia para la bici que solo usé un par de veces. 


La joda salió como 1000 mangos, y ahí están, esperando que algún otro pelotudo con ínfulas de Usain Bolt mechado con Terminator, me ofrezca 2000 mangos por estos apetecibles distintivos de pelotudez. 

Caso contrario, voy a usar el pulsímetro para ver si el régimen de pulsaciones de un pelotudo es significativamente distinto al de una persona que jamás llevaría este bodoque en la muñeca mientras corre. Gente de Garmin: Ups,... you did it again!!

Mi novio quiere correrse en mi boca pero a mí me da mucho asco

Bajo el título de “Mi novio quiere correrse en mi boca pero a mi me da mucho asco”, la deconsolada lectora Maria Nolamamo escribe en el foro del notado magazine virtual “En femenino”. 

Hace casi 2 años –dice María- que estoy con mi novio yo en la cama intento darle todo lo que quiere , pero es que me da mucho asco que se corra en mi boca yo lo intento incluso una vez lo intento y casi bomito (sic) es que me asco hasta cuando lo veo en una peli, el me dice que eso le pone mucho pero no puedo que puedo hacer?

A lo que, si pueden reconstruir la sintaxis de su participación, ilustres participantes de este notado foro responden: 

Jessica Peteraetílica: Háblalo con el. Mira en mi caso, a mi me encanta, de hecho yo he sido la primera q se lo ha hecho, y el nunca me lo pidió, al contrario el siempre ha sido bastante respetuoso por q pensaba q a lo mejor a mi me daba asco como le pasaba a sus ex, y le dije q eso nunca ya que lo considero muy lindo verlo disfrutar de esa manera, con decirt q fui yo la q lo provoq todo por q queria hacercelo y le encanto, desde entonces, siempre lo hacemos entre muuuchassss cosas mas  pero claro es mi caso, yo te aconsejaría q lo intentaras un dia q estes muy exitada o un poco bebida, así a lo mejor te desinhibes, y no lo piensas tanto, cambia un poco el chip y no vayas con la predispocicion de asco, si ya definitivamente no te gusta, hablalo bien con el. 

Frigida45: Y el mío también... Mi marido también ha querido de toda la vida eso mismo, pero por ahí paso. ¡Qué asco!

Arrepentida27: Yo te recomiendo esto! si es q quieres!! mira a mi me encanta que mi novio eyacule en mi boca, al principio tampoco m gustaba, pero mi forma de hacerlo es que cuando ya siento que se va a correr me trago todo de una ves! asi no siento sabor ni nada de eso.... no pienses que tienes su semen en tu voca, solo tragatelo lo mas rapido q puedas y la punta acercatela mas a la garganta para que el semen no caiga en tu lengua asi no le sentiras el sabor ni te dara asco!! espero que te sirva!! a mi m sirvio... espero que tambien te atrevas a hacer esto.. y si no, no importa... total es desicion tuya

Petera gourmet 33: Deberias empezar mezclandolo con un poco de yogur, me refiero a que asi se va haciendo el paladar al sabor del semen y cada vez te costará menos. Tambien ve quitando yogur poco a poco y pasadotelo por los labios para jugar un poco, las hecestambien puede hacer un papel de amortiguador para el sabor por si no te agrada lo mezclas y todo le pegas la vuelta y asi poco a poco podrás acostumbrarte al sabor del semen que ya verás que es bueno. 

Sobre este difícil asunto, la eminencia de la psicología de nuestro sitio, el Lic. Arístides Sorete, le escribe a María lo siguiente: 

Estimada María: lo que os sucede es mucho menos complejo de lo creéis. La respuesta es muy sencilla: sois –me apena decirlo- una pelotuda santurrona o pelorrona (para abreviar). Lo que lo que vuestro amado os requiere no es nada del otro mundo. Simplemente desea que le practiquéis un sencillo: pete, petiso, cabezazo, mamada o petiribí con inducción. Pero tú, querida María, que habéis nacido sólo para mirar programas de Cris Morena y tocarte los genitales mirando un recital de Tacho Riera, no tenéis ni siquiera la minima decencia de ordeñar a tu amado como corresponde. Mi sugerencia es bien simple: o te acostumbras a la chechona o te acostumbras a los cuernos.  

Atte.

Lic. Arístides Sorete

Mi novio es demasiado “buenazo” (léase: pelotudo)

Bajo el título de “Mi novio es demasiado buenazo”, la lectora Patricia Quiero Xonga, escudada en el anonimato, escribe al notado consultorio psicológico del magazine virtual femenino “WAPA” (sí, tal cual: el magazine para verse WAPA). 

El problema que tengo –advierte Pato en su desconsolado mensaje- es con “mi chico” (el entrecomillado es nuestro), es muy cariñoso y atento, pero es demasiado buenazo. A todo lo que le digo me dice que tengo razón y que lo que yo quiera. Siempre hacemos las cosas que yo propongo, vamos con mis amigos y lo que yo digo siempre le parece bien. Me gustaría que diese su opinión libremente, y le animo a ello. Pero creo que por miedo a que me enfade o a que discutamos me dice a todo que sí. Al principio, no resultaba ningún problema, hasta me sentía alagada (sic) pero me estoy empezando a cansar. No sé cómo decírselo para no hacerle daño. ¿Qué puedo hacer?

A lo que, la licenciada Pampita Ardohain después de un choque frontal contra un camión de botox, responde: 

Te animo a que hables con él, intenta contarle lo que te pasa, tu opinión de la forma más cuidadosa posible. Piensa bien lo que quieres decirle y aprovecha que le conoces bien para ponerte en su lugar. Escoge un momento en que estéis tranquilos y tengáis tiempo. Y dale un enfoque positivo, que no sea un sermón o una regañina. (…) Explícale que necesitas que exprese sus opiniones y deseos ya que es importante para ti y que no te vas a enfadar por ello, sino todo lo contrario. Intentar poco a poco introducir cambios, que él vaya participando más activamente en la toma de decisiones de forma paulatina. (…) Verás como los dos os sentís mejor.

Contrario a la opinión de la licenciada Ardohain, la eminencia de la psicología de nuestro sitio, el Lic. Arístides Sorete, escribe lo siguiente: 

Estimada Patricia: 


Lo que os sucede es mucho menos complejo de lo que creéis. La respuesta es muy sencilla: vuestro novio –me apena decirlo- es el típico Calzonudo sin cojoneis. O más bien, digámoslo de una vez: un pelotudazo de exportación. Y tú, querida Patricia -también me apena decirlo- sois la típica zorra vivilla capaz de pelarle la billetera a esta clase de calzonudos; pero que en cuanto veis que el billete se acaba, empezáis a notar la falta de carácter y a recordar el valor de una buena poronga. La única razón por la que estáis juntos es la siguiente: él es demasiado pelotudo para conseguir una buena mujer, y tú probablemente posees carnes demasiado flácidas como para interesar al jugador de fútbol o rapero marginal que te correspondería. 


Sugerencia: busca otra  poronga (que sea importante), y deja a este pobre pelotudazo tranquilo. 

Atte.

Lic. Arístides Sorete

Test para saber si sos un comprador pelotudo

Uno de los ámbitos en que mejor se puede observar la pelotudez de un individuo es en su conducta de consumo. 


En efecto: pelotudos muy famosos por su aparente sensatez, han venido a ser descubiertos por su innegablemente pelotuda conducta de consumo. Familias, noviazgos y relaciones de años, sabemos, se han disuelto impensadamente luego de que su contraparte ocasionalmente los ha acompañado a hacer algunas compras o ha accedido al resumen de su tarjeta de crédito. Pues si bien existen pelotudos esmerados en el arte de disfrazar su pelotudez con aires de circunspección y gravedad; incluso el pelotudo más disimulado capitula o se relaja frente a ofertas “tentadoras” y productos milagrosos. 


Si querés saber cuán pelotudo sos como comprador o cuán pelotuda es tu pareja, amigo o conocido, y cómo la publicidad (arte de engañar a pelotudos) afecta sus decisiones de consumo: tome o hágales tomar el siguiente test para compradores pelotudos. 

¿Compraste un Abtronic o el té del Dr. Ming?

Si compraste un Abtronic o el té del Dr. Ming, además de un comprador pelotudo, sos el típico pajero que busca resultados mágicos. Si querés adelgazar o tener abdominales como el de los calzones Eyelit, mové el culo de una vez. Si además de comprarlo, lo escondiste: sos un forro negador condenado a repetir las mismas pelotudeces.

¿Compraste una pulserita mágica del tipo boludo balance?

Si compraste una pulserita mágica del tipo boludo balance, además de un comprador pelotudo, sos un pelotudo exhibicionista y tilingo: te pones cosas porque las lleva cualquier pelotudo famoso y te encanta mostrarle al mundo lo pelotudo que sos. Hasta los fabricantes de la pulsera han admitido que es un fraude, y vos seguís haciéndole la pruebita del equilibrio a tus amigos, que ya saben que sos terrible pelotudo. 

¿Compraste la juguera Philips al doble de su precio en Garcayette?

Si compraste la juguera Philips al doble de su precio en Garcayette, además de pajero, sos un pelotudo facilón o una calentona que te gustan los tipos de rasgos neandertales. Es decir: que si te machacan un par de veces la cabeza o te encara un mono parecido a Luciano Castro, abrís las piernas y la billetera más rápido que  gato rubio con Soldán

¿Alguna vez enviaste un mensaje de texto al 2020 o servicio similar?

Si enviaste un mensaje de texto al 2020 o servicio similar, además de un comprador pelotudo, estas muy al pedo. Hacete un favor: anótate al menos en algún curso de los que publicitan en la contratapa del PATORUZÚ. 

¿Compraste el ejemplar de Billiken que venia con los Sea-monkey?

Si compraste el ejemplar de Billiken que venia con los Sea-monkey, sos un comprador pelotudo precoz. Si la compraron tus viejos, tené cuidado: el carácter de comprador pelotudo se hereda fácilmente. 

Saturday, July 30, 2011

El pelotudo multitareas

De todos los pelotudos, quizás uno de los más simpáticos sea el pelotudo multitareas. Ese pelotudo que se anota en cuanta pelotudez nueva aparezca. A esta clase de pelotudos, la novedad lo puede: se anota en clases de reiki, logosofía, bonsai, coaching…  y al final del día, apenas si le quedan algunos minutos para cagar.